NO SUBA DE PESO EN DICIEMBRE:

Diciembre es la mejor época del año...todos  nos  sentimos invadidos  del espíritu  de  la navidad; hay una  inmensa  disposición a compartir  desde  cosas  materiales  hasta  las  comidas  más  deliciosas.  Hay  algunos  que  disfrutan  de  algunos  días  libres  para  viajar  o  pasarlo  en  familia.  En  las  oficinas  baja  el  ritmo  de  trabajo  y  eso  se  presta  a  desayunos  navideños  o  meriendas  para  compartir  con  nuestros  compañeros  de  trabajo.  Lo  cierto  es  que  diciembre  es  la  mejor  excusa  para  comer  aquello  que  en  el  año no  consumimos.  Al  decir  verdad  diciembre  incluso  es  un  mes  donde  la  venta  de  dulces  y  chocolates  se incrementa,  ya  que  es  un  detalle  que  con  facilidad  regalamos  y  es  bien  aceptado,  pues  quién  se  niega  a  un  chocolate? 


Para  evitar  ese  sentimiento  de  culpa  propio  después  de  la  parranda  en  Enero  muchos  optan  por  limitarse  en  aceptar  invitaciones  en  Diciembre,  incluso  son  muy  comedidos  con  el consumo de preparaciones  navideñas,  pero  a  costa  de  sentirse  incómodos, con  hambre  y  hasta  a  veces  disgustados.

Para  quienes  disfrutan  de  unos  días  libres  en  esta  época  del  año,  además  de  las  exquisiteses culinarias  que  lo  rodean,  también  está  el  hecho  de  un  cambio   de  horario  para  las  comidas.  Generalmente  nadie  de  vacaciones  se  levanta  temprano  a  desayunar,  usualmente  es  común  levantarnos  después de media  mañana (si  no  tiene  hijos  pequeños  porsupuesto) y  es  ahí  donde  comienza  el  desorden en las  comidas, tal  vez  saltando  el  desayuno  y  almorzando  tarde;  igualmente  para  las  comidas  nocturnas.  Este  cambio  de  horario,  aunado  a preparaciones  altamente  calóricas, la ingestión de bebidas  alcohólicas  y  una  disminución  de  la  actividad  física  son  factores  que  propician  que  uno  de  nuestros  doce  deseos  al  recibir  el  año  nuevo  sea  empezar  Enero  haciendo  dieta.

Para  algunas  personas,  en  especial  las  mujeres,  regresar  en  Enero  a  sus  actividades  cotidianas  después  de  las  fiestas  dicembrinas  se  convierte  en  toda  una  travesía  sobre  todo  cuando tratan  de  colocar  la  ropa  que  solían  usar  un  mes antes  de  la  navidad,  no  obstante  no  hace  falta  padecer  un  incremento  de  peso  en  Diciembre  para  poder  luchar  con  las  comidas  que  puedan  representar  un  aporte  calórico  importante  en  nuestro  organismo, no  hay  que  olvidar  que  siempre  tendremos  una  ocasión  para  comer  demás  y  los  que  están  en  dieta,  tendrán  siempre  un  motivo  para  salirse  de  ésta.

Algo  que  debemos  comprender  es  que  nuestro  cuerpo  funciona  como  una  cuenta  bancaria: si  depositamos  calorías  provenientes  de  los  alimentos  y  las  bebidas  alcohólicas  y  no  lo  gastamos  en  un  período  corto  de  tiempo;  tendremos  una  cuenta  bien  abultada,  en  este  caso  sobrepeso  y  adiposidades  que  estéticamente  no  son  agradables.  Por  tanto  piense  en  la  comida  como  si  se  tratara  de  manejar  un  presupuesto  balanceado;  aquellos  días  que  ingiera  demás  al  día  siguiente  compénselo  con  una  alimentación  que  lo  equilibre.  Un  error  que  se  comete  es  dejar  de  comer,  y  si  ésta  fuese  la  solución  cuántos  perderían  peso  sin  pagar  a  un  especialista???.  Por  el  contrario  suspender  o  dejar  de  realizar  una  de  las  tres  comidas  principales  (desayuno, almuerzo o cena) activa  la  acumulación  de  grasa  así  lo  que  consumamos  sea  ¨sano¨,  sin  grasa  y  sin  carbohidratos.

Cuando  por  el  motivo  que  fuere  consumamos  alimentos  que  rompen  nuestra  dieta  a  continuación  les  dejo  una  recomendación  de  lo  que  podemos  comer  por  un  par  de  días  para  poder  equilibrar  las  calorías  que  ingresan  a  nuestro  cuerpo  y  no  subir  de  peso:


Desayuno:  Ensalada  de  frutas  en  cantidad  suficiente + café  o  infusión.
Merienda:  Snack  a  base  de  galletas  (integrales, barras)
Almuerzo: Pollo  o  pescado  + vegetales
Merienda:  un  puño  de  frutos  secos  (nueces,  almendras,  maní, etc)
Cena:  crema  de  vegetales  (apio, auyama, calabacín)


Lo  recomendable  es  realizar  sólo  por  dos  días  continuos  este  tipo  de  alimentación  y  luego  retornar  a  su  rutina  alimenticia.

Felices  fiestas,  un  próspero  año  nuevo  y  recuerde:  si  sabe  combinar  sus  alimentos  de  forma  inteligente  sin  tener  que  eliminar  esos  alimentos  preferidos;  está  en  buen  camino  para  despedirse  de  hacer  dietas  y  disfrutar  plenamente  el  2013.

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LISTERIA: UNA ENFERMEDAD TRANSMITIDA POR ALIMENTOS

La  Listeria  monocytogenes  puede  encontrarse  en  la  tierra, agua, heces, animales, insectos  y  en  el  intestino  de los  seres  humanos. La  forma más común  que  el hombre se  contamine  con  esta  bacteria  es  a  través del  consumo de alimentos que la contienen  y  una  poca  proporción;  está relacionado al  contacto  continuo  con  animales (veterinarios, hacinamiento).

La  Listeria Monocytogenes es una bacteria  que  puede  vivir  a  temperaturas ubicadas entre -7°C a 45°C  lo cual quiere  decir  que  sobrevive  en temperaturas de refrigeración.  Es  resistente  a  un  amplio  rango  de  pH entre 4,4  a  9,4 así como a  las  altas  concentraciones  de  sal  (salazón  y  salmueras),  incluso  hay estudios que indican  que  es resistente  al  lavado  de  manos.  Esta  bacteria  es capaz  de  formar  una  especie de  película  protectoras  sobre  ellas  lo  cual  dificulta  su  eliminación  sobre  todo  en  las  superficies  de  contacto  (mesones, utensilios, máquinas procesadoras en la industria alimentaria, tablas).

Una  vez  que  la Listeria ingresa  en  el  hombre  por  vía  oral,  ésta viaja por el tracto digestivo  y  atraviesa la  pared intestinal  migrando  a  las  células  del  hígado, cerebro, útero grávido (embarazo), etc.

Los  síntomas  de  la  listeriosis  incluyen  fiebre, escalofríos, dolores musculares, dolor  a  nivel  lumbar, dolores abdominales,  diarreas y/o  vómitos. Dependiendo  del órgano  o  sistemas infectados  puede  causar abcesos, conjuntivitis, meningitis, septicemia, neumonía y endocarditis. Cabe  destacar  que  los  síntomas  no  suelen  presentarse  inmediatamente   al  consumo de alimentos contaminados  ya  que  esta  bacteria  tiene  un  período  de  incubación  en  nuestro  cuerpo  de  11 a 70  días;  y  claro  está  también  va  a  depender  de  la  concentración  de  Listeria  presente  en  el  alimento.

Su  diagnóstico  suele  confirmarse  cuando se encuentra esta  bacteria  en  la  sangre, el líquido cefaloraquídeo,  líquido  articular  o  líquido  amniótico.  En  el  caso  de  realizarse  una  hematología  el  único  valor  que  puede  sugerir  una  infección,  más  no  detrminar  cuál  es el agente  causal, es ligera elvación de los linfocitos.

En  1985  ocurrió  el brote de  listeriosis  en  Estados  Unidos,  que  hasta  este  momento  es  el  que  mayor  muertes  a  causado (52) donde  el  alimento  involucrado  era  queso  blando  estilo  mexicano.  Para 1998  se reporta otro brote  de  listeriosis  en  este  mismo  país  falleciendo  21 personas que consumieron hot dogs  contaminados  con Listeria.  A  finales del mes de Julio  de  este  año (2011) comenzaron a reportarse, nuevamente en Estados  Unidos,  casos  de  listeriosis  (en  23  estados de este país) relacionados al consumo de melones contaminados  donde  ya  han  ocurrido  21  muertes  por  esta  causa. En  el  mes de Octubre se ha encontrado Listeria en lechugas pre-empacadas en ese mismo país, las cuales las autoridades han obligado a retirar del mercado,  aún no se  han  reportado  fallecimiento.

Todos  aquellos  involucrados  en  la  cadena  agroalimetaria,  en  especial  en  la  fase de recolección, procesado y  distribución  deben  tener  políticas  de  supervición microbiológica  de  sus  alimentos  tomando  muestras frecuentemente  tanto  de  los  alimentos,  el agua, los  suelos,  los espacios destinados al almacenamiento, los manipuladores de alimentos, así  como  los transportes  usados  para  distribuir  los  alimentos para  garantizar  seguridad  alimentaria, desde  el  punto  de  vista higiénico,  al  comensal.

Algunas prácticas  que  pueden  aumentar nuestro  riesgo  a  la  listeriosis  son:
  • Comprar  y  consumir  alimentos  elaborados (ensaladas pre-empacadas,  salsas  y aderezos artesanales).
  • Alimentos  refrigerados  por  tiempos  prolongados,  más  de  lo  recomendado.
  • Malas prácticas de higienización de  refrigeradores, cocinas  y  utensilios.
  • Consumo frecuente  de  comidas  rápidas.
  • Consumo de productos lácteos sin pasteurizar (leche y quesos frescos)
  • Consumo de frutas  y vegetales mal lavados  y  sin  higienizar.
  • Productos  cárnicos (res, aves, peces) que no alcanzan temperaturas de cocción  óptimas (mayor  a  65°C).
  • No lavarse e higienzarse  las  manos, en especial después del uso del sanitario.
Si Ud. desea  buscar más información sobre este tema le recomiendo visitar los siguientes  links:







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FRITURA: ¿ CÓMO LOGRAR QUE LOS ALIMENTOS NO ABSORBAN ACEITE ?


Entre  los  métodos  de  cocción de los  alimentos  se  encuentra  la  fritura,  la  cual  puede  ser  rápida  como  los  salteados  y  por  inmersión,  o  lo  que  muchos  conocedores de las artes  culinarias  le  dan  el  nombre  de  gran  fritura.
En palabras  sencillas  la  fritura  consiste  en  transferir  calor  constante (170°C  a  190°C)   a  un  alimento usando una  sustancia  grasa,  la  cual  circula  alrededor  del  alimento  logrando  cambios  en el color, olor, sabor  y  textura  que  hacen  atractiva  a  la  preparación que  se  obtiene  gracias   a  este método.

El  estilo de  vida actual nos ha llevado  a  consumir  comidas  rápidas  en un  porcentaje bastante  importante. Una de las cualidades de este  tipo de preparaciones es  que  requieren de pocos  minutos para su elaboración  y  por  tanto  se  ofrecen como una  alternativa  para quien  el  tiempo apremia  a  la  hora  del  almuerzo  o  cena. Entre las comidas rápidas que usan  aceite  para  su  cocción  tenemos  papas  fritas, nuguets,  pollos  empanizados  fritos,  lumpias, arroz  frito,  preparaciones al estilo ¨teppanyaki¨,  tempurizados, vegetales  salteados (en sartén  o  wok), tapas  como  calamares o  camarones rebozados, croquetas,  etc.  No  obstante  no  debemos  olvidarnos  de  aquellas  preparaciones  que  realizamos  en  nuestros  hogares,  que  aunque  se  consideran  comida  casera  no  dejan  de  ser  fritas  como  pescados,  buñuelos,  tostones, tajadas, huevo  frito,  empanadas.

En  la  mayoría  de  las  veces las  características del sabor de un alimento frito son el resultado de la reacción del aceite con los componentes de la proteína y los carbohidratos del producto alimenticio,  sin  embargo  si  un  alimento  nos  proporciona  una  alta  sensación  grasa  en  nuestra  boca,  se  convierte  en  una  experiencia  desagradable  lo cual  le  resta  atributos culinarios  a  la  preparación,  por  tanto  debemos  entender  el  proceso  de  fritura  para  evitar  la  absorción  de  grasa en  los  alimentos.  Algunos  estudios  sobre  la  materia  indican  que  la absorción de aceite en los alimentos fritos se encuentran entre un rango del 20  al 38 %, donde  factores como la porosidad, contenido de humedad, y superficie  expuesta del alimento  son  determinantes.

Cuando  incorporamos  un  alimento  en  aceite  bien  caliente  ocurre  una  transferencia  de  calor  del  aceite  hacia  el  alimento  lo  cual  genera  pérdida  de  agua  en  sus  tejidos.  Esta  pérdida  de  agua  es  tan  rápida  que  su  evaporación  genera  una  corriente  de  vapor  de  agua  que  lo  observamos  cuando  se  generan  burbujas  en  el  proceso  de  fritura.  Los  espacios  que  eran  ocupados  por  el  agua  comienzan  a  generar  una  presión  que  ayuda  a  que  ingrese  el  aceite  al  alimento, ocupando  entonces  estos  espacios  y  si  se  forma  una  corteza  muy  dorada  porque  el  tiempo  de  fritura  se  ha  sobrepasado,  esto  forma  unos  compuestos  que  favorecen  la  retención  del  aceite  en  la  superficie  del  alimento.  Si  se  evalúa  un  alimento  frito;  del  total  de  aceite  absorbido  sólo  el  20%  es  absorbido  durante  la  fritura  y  el  64%  cuando  el  alimento  se  enfría  ya  que  en  este  período  los  poros  del  alimento  se  encuentran  más  abiertos  y  el  aceite  de  la  superficie  penetra  con  más  facilidad.

La  fritura  ideal  debe  lucir  dorada, de  textura  crocante, de  superficie  libre  de  grasa  cuyo  interior  sea húmedo  y  cocido. A  continuación le  damos unos  tips  para  evitar  la  absorción de grasa en los  alimentos:

Use  aceites  que  resistan  altas  temperaturas,  así  evita  la  formación de humo y  sabores  desagradables  durante  la  fritura.  No  es  recomendable  el  aceite de  girasol.

Utilice  utensilios  de  cocina  que  no  deterioren  el  aceite  durante  la  fritura. Los  más  adecuados  son  los  elaborados  de  vidrio  y  aluminio.  El  acero  inoxidable  favorece  la  oxidación  del  aceite.

Evite  remover  el  aceite  mientras  fríe  el  alimento  ya  que  contribuye  a  que  se  forme  espuma  y  el  aceite  pierde sus  cualidades.

Seque  el  alimento  con  toallas  absorbentes  previo  a  la  fritura,  al  restar  humedad  disminuye  el  vapor  de  agua  que  favorece  la  entrada  de  aceite  al  alimento.

Una  vez  que  incorpore  un volumen  de  alimento  o  pieza  a  freir,  no  añada  otras  ya  que  esto  enfría  el  aceite  lo  cual  favorece  su  absorción  al  interior  del  alimento.

Si  la  fritura  es  en  casa  no  prolongue  este  proceso  más  de  15  minutos.  El  tiempo  ideal  es  de  5-10  minutos.

Cuando  la  fritura  sea  de  inmersión (el  aceite  cubre  por  completo  el  alimento)  procure  usar  la  cantidad  adecuada  para  que  la  fritura  sea  rápida.  Por  cada  100  gramos  de  alimento  debe  haber  de 500 cc  a  750cc  de  aceite  en  nuestra  freidora  o  caldero.

No  reutilice  el  aceite,  ya  que  el  sobrecalentamiento  forma  grasas  trans,  las  cuales  han  sido  relacionadas  con  el  desarrollo  de  enfermedades  cardiovasculares.

Si  cocina  sus  alimentos  a  través  de  la  fritura,  procure  no  fraccionarlos  tanto  ya  que  a  menor  tamaño  más  absorción  de  aceite.  Absorbe  menos  aceite  una  milanesa  de  pollo  que  su  equivalente  en  nuggets.

Empanice o  enharine  las  piezas  a  freir,  esto  crea  una  capa  protectora  que  evita  la  pérdida  de  agua  del  alimento  y  por  consecuencia  baja  la  tasa  de  absorción  de  grasa.

Trate  de  no  darle  muchas  curvaturas  a  los  alimentos  a  freir,  sobre  todo  en  el  caso  de  las  papas,  mientras  más  lisa  sea  la  superficie  menos  grasa  se  absorbe.

Consuma  de  inmediato  los  alimentos  fritos,  ya  que  si  los  deja  enfriar  el  aceite  entra  al  interior  del  alimento.

Un  dato  adicional,  si  usted  está  frente  a  un  alimento  frito  con  una  costra  dura,  de  color  marrón  bien  oscura  y  en  su  superficie  se  logra  ver  aceite,  es  muy  probable  que  el  centro  del  alimento  no  esté  bien  cocido,  incluso  se  trate  de  un  alimento  elaborado  con  aceite  reutilizado  el  cual  puede  tener  sustancias  que  son  irritantes  del  tracto  gastrointestinal  cuyo  síntoma  más  leve  es  la  acidez.  En  otra  entrega  hablaremos  sobre  los  efectos  nocivos de  consumir  alimentos  fritos  en  aceites  reutilizados.

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REFLUJO GASTROESOFAGICO: MEDIDAS DIETÉTICAS

Cuántos  de  nosotros  hemos  despertado  de  forma  brusca  con  esa  sensación  que  se  nos  quema  la  garganta  y  ahogados  por  tener  contenido  líquido en  nuestra boca, incluso,  hasta  en  nuestras  fosas  nasales  y  un  sabor  entre  ácido  y  amargo???  o  estar  sentado  en  tu  oficina  y  de  repente  tener  una  sensación  de  pesadez  en  la  boca  del  estómago  junto  con  eructos  y  luego  repentinamente  sentir  el  ascenso  por  nuestro  esófago  de  contenido  líquido  hacia  nuestra  boca???  ... Pues  si  te  ha  sucedido  estamos  ante  el  sindrome  de   reflujo  gastroesofágico  caracterizado  por  una  serie  de  síntomas  como  lo  son  la  irritación  y  quemaduras del  tejido  de  la  faringe  incluso  el  desgarre  del  tejido  esofágico,  ardor  y  dolor  en  la  boca  del  estómago  (parte  inferior  del  diafragma),  dificultad  para  tragar  alimentos  sólidos.  Lo  malo  de  esto  es  que  no  ocurre  una  sola  vez,  usualmente  es  una  situación  que  se  repite  a  veces  de  forma  recurrente  hasta  el  punto  de  llegar  a  temerle  a  la  alimentación.


El  esófago  es  una  porción  de  nuestro  sistema  digestivo  que  se  encarga  de  llevar  los  alimentos  desde  la  boca  hacia  el  estómago,  no  posee  funciones  de  digestión  ni  de  absorción.  Cuando nos  encontramos  en  plena  digestión,  los  alimentos que  se  procesan  en  el  estómago  pese  a  los  movimientos  peristálticos  no  ascienden  al  esófago  gracias  a  una  válvula  llamada  Cardias,  la  cual  tiene  la  función  de  cerrarse  cuando  el  estómago  trabaja.  En  el  estómago  se  generan  niveles  de  acidez  que se  ubican  en  un  pH   1,2  a  2,  acidez  para  la  cual  están  preparados  los  tejidos  gástricos,  sin  embargo  cuando  los  ácidos  secretados  en  el  estómago  suben  al  esófago  ocurren  lesiones  ya  que  es  un  tejido  no  apto  para  este  grado de  acidez.  Por  tanto  la  primera  pregunta  que  debemos  hacernos  es: ¿Qué  produce  que  el  Cardias  no  funcione? La  mayoría  de  las  veces  se  trata  de  un  problema  mecánico  más  que  morfológico,  es  decir  la  comunicación  entre  el  esófago  y  el  estómago  no  se  cierra  debido  a  condiciones  que  vencen  por  presión  al  Cardias,  como  por  ejemplo  comidas  abundantes,  consumir los  alimentos sin respetar una  buena  postura (sentados erguidos), comer  y  beber  líquidos  en  forma simultánea, consumir  alimentos  e inmediatamente  adoptar  una  postura  horizontal  (acostarse),  incluso  presionar  nuestro  abdomen  con  ropas  ajustadas  o  la  presión  que  ejerce  el  tejido  graso  abundante  del  abdómen (obesidad) cuando  nos  acostamos  boca  arriba, también  puede  ser  consecuencia  de la hernia  hiatal.

A  continuación  citaremos aquellas  medidas dietéticas  que  pueden  ayudar a espaciar  los episodios de reflujo:
  • Consuma los  alimentos  sentado  erguido  para  favorecer  con la  gravedad el descenso de los  alimentos  desde  la  boca  hasta el estómago.
  • No consuma simultáneamente alimentos y líquidos a la vez.  Si  desea ingerir  alguna  bebida es  recomendable  que  lo  realice  15  minutos  antes  de  iniciar  su  comida  o  15  minutos  después  del consumo  de  sus  alimentos.
  • Evite  consumir  grandes volúmenes  de  comida, es  más  adecuado  comer  varias  veces  al día  en  raciones  pequeñas (este  es  el  secreto  para  sentir  saciedad).
  • Procure  alimentos  que  estén  prepardos  en  salsas  que  los  humecten,  ya  que  si  el esófago  está lesionado  o  se ha estrechado como consecuencia del reflujo  esto  facilitará  el  descenso  de  los  alimentos.
  • Si  hay  molestia  o  dificultad  para  consumir  alimentos  sólidos,  modifique  su  textura  ayudándose  con  algunos  utensilios  como  licuadora, pasapuré, etc.
  • Evite  preparaciones  ricas  en  grasa,  ya  que  ésta  retrasa  el  vaciamiento gástrico, es  decir,  los  alimentos  demoran  más  tiempo  en  el  estómago y  si  se  realiza  alguna  práctica  inadecuada  de  postura  o  ingestión de líquido  ocasionará  el  reflujo.
  • No  abuse  de  los  alimentos  ricos  en  fibra,  ya  que  éstos  en  el  estómago  ocupan  espacio  y  si  sus porciones  son  grandes,  el  reflujo  es  inminente.
  • Evite  alimentos  irritantes tanto  de  la  mucosa del esófago (puede lesionarla más)  como del estómago como café, chocolate, picantes, especias como curry, mostaza, comino, pimienta. Evite el consumo de alcohol, frutas  y vegetales cítricos, salsas  a  base  de  tomate. Vigile  el  consumo de aderezos  a  base  de  vinagre  o  limón.
  • No  consuma  alimentos cuya preparación  sea  por  fritura, al calentar  el  aceite  se  genera  una sustancia  llamada  acroleína  la  cual  es  irritante  del  sistema  digestivo.



Recuerde que estas recomendaciones  son algunas sugerencias que pueden contribuir  a  espaciar los episodios de reflujo,  no  obstante, siempre es oportuno  visitar  a  un  especialista  para  que establezca  un  diagnóstico  y  tratamiento  personalizado.  Si  ud.  padece  de  Reflujo gastroesofágico  puede  dejar  su  opinión o inquietud y con  gusto responderé  a  su  planteamiento.

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NUTRICION Y CANCER

El origen de la palabra cáncer no es muy claro pero se cree que se origina de la palabra cangrejo por la similitud cómo este  animal se aferra a las cosas así como el CÁNCER se adhiere a los tejidos.

La aparición de las enfermedades neoplásicas en el hombre son tan antiguas como la historia del hombre mismo, las primeras evidencias datan de la era prehistórica, las cuales fueron recopiladas por medio de la paleopatología, como se observa en el cráneo de Tepe Hissar (Irán) hace 4.000 años antes de Cristo.

La evolución natural de la enfermedad neoplásica suele amenazar el estado de nutricional  del  paciente lo  cual comienza desde  el momento del diagnóstico, cuando el componente psicosocial  (miedo, depresión, la pérdida de los intereses personales o la esperanza, y la ansiedad) inciden negativamente en su ingesta alimentaria, lo  cual  puede perdurar durante el tratamiento y la recuperación.  Es  por  esto  que  la desnutrición se  presenta  como un problema común entre estos pacientes, actuando como  un importante componente de los resultados adversos, que incluye un aumento en la morbilidad y la mortalidad y una disminución en la calidad de vida,  donde  la pérdida de peso ha sido identificada como uno de los indicadores de un pronóstico precario en el paciente.

El  principal  origen de esta  desnutrición se  debe  al  consumo inadecuado de carbohidratos, proteínas y lípidos para satisfacer las necesidades metabólicas  del  paciente  con  cáncer o la absorción reducida de macronutrientes  y  micronutrientes  como  resultado de la falta  de  apetito  (anorexia)  y la sensación de saciedad temprana o  a  efectos  secundarios  del  tratamiento  antineopláscio  (vómitos,  diarreas, cambios en el gusto y el olfato, etc).

Además, el  paciente  con  cáncer  sufre  cambios  en  su  metabolismo como  intolerancia  a  la  glucosa y resistencia a la insulina, lipólisis aumentada y mayor rotación de proteínas de cuerpo entero,  lo  cual  se  refleja  en  un  mayor  gusto  de  estos  pacientes  por  los  carbohidratos (dulces),  disminución  de  peso  con  pérdida  de  las  reservas  grasas  corporales  y  disminución  de  la  masa  muscular (desnutrición),  lo  cual  hace  que este  paciente  sea  candidato  a  no  completar  su  protocolo  de  tratamiento  quimioterápico  o  radioterápico,  disminuyendo  así  sus  posibilidades  de  supervivencia.

Por  lo  tanto  la nutrición desempeña funciones importantes en muchos aspectos de la evolución y el tratamiento del cáncer, el método más prudente y conveniente es la conservación  de  un  estado  nutricional  adecuado  desde el  diagnóstico  de  la  enfermedad   y  durante  el  tratamiento  tanto  con  quimioterapia  como  con  radioterapia,  ya  que  el  metabolismo  del  paciente  con  cáncer  no  es  adaptativo,  esto  quiere  decir  que  puede  aumentar, disminuir o permanecer normal  durante  el  proceso. Las prácticas nutricionales óptimas pueden contribuir a mantener el peso y las reservas nutricionales del cuerpo en pacientes con cáncer, con lo cual se mitigan los síntomas que inciden en la nutrición y se mejora la calidad de vida. Los síntomas de impacto nutricional, son aquellos que impiden la ingesta oral. Esto incluye la anorexia, náusea, vómito, diarrea, estreñimiento, estomatitis, mucositis, disfagia, alteraciones del gusto y el olfato y dolor. El reconocimiento y la detección temprana del riesgo de desnutrición a través de exámenes de detección seguido de una evaluación minuciosa, es reconocido hoy como algo de vital importancia en el desarrollo de normas de calidad del tratamiento en la práctica de oncología.

Por  lo  tanto, las prácticas alimentarias de las personas diagnosticadas con cáncer deben evaluarse en todo el proceso continuo de la atención a fin de reflejar las metas cambiantes de la terapia nutricional. Por  lo  tanto  entre  las  recomendaciones  nutricionales  a  nivel  general  tenemos  ofrecer  al  paciente  comidas  más  completas  a  la  horas  que  éste  tenga  mayor  apetito  (generalmente  en  la  mañana)  apoyando  la  adecuada  ingesta  calórica  a  través  de  meriendas.  También  se  debe  procurar  otorgar  alimentos  con  mayor  densidad  calórica,  es  decir  una  preparación  simple  enriquecerla  lo  más  posible,  por  ejemplo  una  pechuga  de  pollo,  al  agregarle  queso  y  jamón  (cordon  blue)  garantiza  que  aunque  el  paciente  no  consuma  la  totalidad de  la  ración,  al  sólo  consumir  la  tercera  parte  garantiza  las mismas calorías  que  este  alimento  hubiese  brindado  si  sólo  fuese  una  pechuga  de  pollo  a  la  plancha.  Modificar  la  textura  de  los  alimentos  según  sea  el  caso,  líquidos,  de  consistencia  pastosa,  etc;   así  se  reduce  el  tiempo  y  el  esfuerzo  al  comer  y  facilita  la  digestión  en  el  paciente  neoplásico.

Sin  embargo  cabe  resaltar  que  cada  paciente  debe  ser  valorado  individualmente  y  no  tomar  como  regla  las  recomendaciones  generales,  de  hecho  la  suplementación    con  productos  existentes  en  el  mercado  ricos  bien  sea  en  carbohidratos  y/o  proteínas  en  forma  de  aminoácidos,  debe  ser  indicado  por  un  profesional  de  la  salud,  y  nunca  automedicado  por  el  paciente  o  sus  familiares.  Para  estos  casos  existen  profesionales  de  la  salud  altamente  calificados  para  brindarle  la  mejor  asesoría  desde  su  oncólogo  hasta  su  nutricionista.

Si  el  paciente  con  cáncer  emprende  el  camino  de  mejorar  su  calidad  de  vida  accediendo  a  tratamientos  como  quimioterapia  o  radioterapia  la  alimentación  es  su  pilar  fundamental.


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